El jueves 23 de octubre fue una jornada muy intensa: por la mañana participé a la rueda de prensa a bordo del Tara, donde pude charlar con el capitán, Martin Hertau (foto arriba), y con Romain Troublé, secretario general de Tara Expeditions (ver el post en mi blog). Justo después conocí a Dani y Laura del proyecto “nómadas del mar”, con los que había quedado al mediodía y que también aprovecharon para visitar la mítica goleta. Compartimos rápidamente un cacho de la tortilla que habían traído, y me tuve que ir pitando hacia la Unión por el Mediterráneo, para presenciar a la mesa redonda organizada por André Abreu, responsable de Medio Ambiente y Clima de la fundación Tara Expeditions.
André (foto abajo) es una persona muy amable, poliglota, y preparada en materia de ecología marina. Su ingrato papel es representar a la comunidad científica internacional de cara a los políticos y legisladores de turno, para presionarles a preservar el entorno marino. Antes de trabajar para Tara, también había sido coordinador en Brasil del los llamados “Mensajeros del agua” un movimiento que involucra a políticos, artistas, académicos, activistas sociales en defensa del agua (patrocinada por Danielle Mitterrand, esta fundación se basaba en tres principios: 1- El agua no es una mercancía y no puede ser tratada como un bien de comercio. 2- Tenemos el deber de dejar el agua a las generaciones futuras; por lo tanto hay que devolverla a la naturaleza en forma limpia. 3- El agua tiene que ser un bien común para la humanidad, tiene que ser reconocido como un Derecho Humano por todos los gobiernos, por todas las instituciones y tiene que ser manejada por el poder público y por empresas públicas.) Ahora, a lo largo de las principales escalas de la Expédition Tara Méditerranée 2014, André ha organizado una serie de debates entre asociaciones, instituciones y ciudadanía, sobre la temática de los residuos plásticos en el mar. Y viendo mi interés por este tema, me invitó a participar al taller de Barcelona…
Entraba así en un mundo completamente ajeno a mi persona: el disgustoso mundillo de las instituciones! Voy a hacer una pequeña digresión wikipédica para explicar el marco en el que se desarrolló nuestra mesa redonda… En julio 2008, en plena crisis financiera, hubo en Paris una lujosa cumbre de jefes de estado, que costó 16,6 millones de euros (particularmente escandalosa fue la cena presidencial que costó 5.050€ por cabeza). En esta cumbre se fundó una organización internacional de 43 estados, la Unión por el Mediterráneo, impulsada por Sarkozy, quien fue también su primer presidente (junto con su homólogo egipcio Mubarak, que en 2011 se hará famoso por hacer matar a unos 900 manifestantes). Oficialmente, la UpM tiene como objetivo fortalecer la cooperación y la asociación a nivel regional entre las dos orillas del Mediterráneo, a través de la ejecución de proyectos concretos en seis áreas prioritarias: la descontaminación del Mediterráneo, las rutas comerciales marítimas y terrestres, la protección civil en caso de catástrofes naturales, las energías renovables, la educación superior y de investigación, y la Iniciativa Mediterránea de Desarrollo Empresarial. La omisión de toda referencia a la democracia y a los derechos humanos marcó una “pequeña” regresión con respeto a los objetivos inicialmente planteados… Incluso altos funcionarios de la Comisión €uropea declaraban que los franceses crearon la UpM para “sifonar“ fondos europeos en beneficio de su área de influencia en el Sur. Por cierto, la secretaría general de la UpM se encuentra en el Palau Reial de Pedralbes, ex residencia oficiál del generalísimo en Cataluña…
Así que, al ser uno de los 12 elegidos del petit comité ecologista, entré al Palau Reial por todo lo alto, como un embajador, los mossos en la puerta haciéndome la reverencia y el secretario general dándome la bienvenida, a pesar de mis pendientes, mi pinta de pirata y mi mochila sucia… Aún que la situación fuese algo surrealista, la verdad es que la mesa redonda fue muy interesante, también gracias a la heterogeneidad de los presentes. Las asociaciones más variadas estaban representadas, desde las muy serias y activas como Surfrider Foundation hasta a los improbables “Christian Surfers”, y se presentaron proyectos e iniciativas inspiradoras como “from waste to wear” (tocamos con mano los primeros calcetines de nylon producidos con hilo 100% obtenido de las peligrosas redes de pesca “fantasmas” -o sea las que se pierden en el mar- recuperadas por un equipo de voluntarios).
André, que aprovechó su estancia en Barcelona para preparar la II Conferencia Internacional de Investigación Oceanográfica “Un planeta, un océano” (que se llevará a cabo en la capital catalana del 17 al 21 de noviembre -organizada por la COI y la Fundación Navegación Oceánica de Barcelona), también nos habló de la creación de la Plataforma Océano y Clima, una alianza de organismos de investigación, organizaciones no gubernamentales, fundaciones, y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI) de la UNESCO. Esta Plataforma tiene como objetivo informar a los debates acerca de la interacción océano–clima en el marco de la COP21 (la cumbre de las Naciones Unidas sobre el cambio climático que se tendrá en París en diciembre 2015).
Primer proveedor de oxígeno, el océano desempeña un papel al menos tan importante como los bosques en cuanto a “pulmón” del planeta. Absorbiendo casi un cuarto de las emisiones de carbono producidas por la actividad humana, es un elemento regulador clave para el equilibrio climático. Sin embargo, hasta ahora, la preservación del delicado ecosistema marino había tenido un papel relativamente marginal en las negociaciones internacionales sobre el clima. A ver si los argumentos de la Plataforma lograrán que los líderes de los 193 estados miembros de la ONU se tomen en serio la defensa de los océanos…
Introduciendo la problemática de los residuos plásticos en el entorno marino, que se estiman en 700 millones de toneladas, André nos explica que una buena parte queda flotando en proximidad de la superficie. Las corrientes oceánicas han creado cinco gigantescos remolinos de movimiento lento, adonde el plástico se acumula, los vortex. El más grande de ellos, en el Pacífico norte, conocido como el “Gran Parche de Basura del Pacífico” es el doble del tamaño del Texas y se calcula que junte unas 20.000 toneladas de basura -sin embargo, al quedar entre dos aguas, los vortex no se pueden fotografiar vía satélite (ver el documental “plastic paradise“).
Los residuos flotantes se foto-degradan por efecto de las radiaciones solares en trocitos milimétricos, llamados microplásticos, o microbeads. Ningún micro-organismo es capaz de descomponer el plástico por completo y no se puede actuar sobre estos microplásticos, que al día de hoy se encuentran en todas las aguas, a todas las latitudes, hasta en los polos. Ingeridos por el plancton y los peces, amenazan la biodiversidad marina y toda la cadena trófica. Los microbeads no son solo el derivado de la fragmentación de los envases y otros desechos, sino que los producimos también directamente en su estado último: en productos como pastas de dientes, cremas exfoliantes, jabones… hasta las pelusas de los tejidos sintéticos acaban flotando en las filas de la armada microplástica.
La misión de Tara en 2014 se ha centrado en el Mediterráneo porque, al no haber corrientes significativas que puedan generar un vortex, los residuos son repartidos de manera más homogénea y una gran parte son devueltos a los litorales: si algún día se pudiera plantear una actuación para descontaminar el mar, lo más viable sería seguramente empezar por el Mare Nostrum. Se estima que más de 250 mil millones de microfragmentos plásticos contaminan el área mediterránea, por eso nadie se extrañó en constatar que de las 260 muestras de agua superficial que Tara sacó en estos meses, todas llevaban un porcentaje significativo de microbeads. Evidentemente, más del 90% de estos residuos proceden de nuestros hogares, y las concentraciones más elevadas se han encontrado en proximidad de las grandes ciudades.
muestras de residuos plásticos a bordo del TaraLa acumulación de desechos plásticos en la naturaleza es “uno de los cambios recientes más generalizados y durables en la superficie de nuestro planeta”, y uno de los principales problemas ambientales de nuestro tiempo. Sin embargo, sabemos muy poco acerca de lo que sucede con estos plásticos, y de su interacción en la dinámica de los ecosistemas. Por ejemplo, uno de los fenómenos todavía poco conocidos es la migración de los Contaminantes Orgánicos Persistentes (POP): estos virus y bacterias, que siempre fueron específicos a una particular área marina, se acoplan a los microplásticos y los “utilizan” como una “balsa” que les permite cubrir distancias que antes eran imposibles de recorrer. Así, un POP típico por ejemplo de las aguas de Suez, se puede encontrar ahora en el mar de Alboran, con consecuencias imprevistas sobre los ecosistemas. Gracias a un protocolo científico común a otras 2 misiones en aguas mediterráneas, Tara está proporcionando a la Universidad de Michigan y al laboratorio de Villefranche-sur-Mer (CNRS) una valiosa cantidad de datos para este tipo de investigación.
Otro aspecto que se está analizando, es el impacto de los diferentes aditivos que la industria química utiliza en la elaboración de los productos desechables: resulta que los agentes más contaminantes no son las partículas plásticas en si, sino los aditivos que llevan (tintas, antioxidantes, fungicidas, etc.). Se han clasificado unos 140 tipos diferentes de estos componentes, de los cuales el más tóxico es sin duda el bisfenol A (BPA), capaz de causar desequilibrios en el sistema hormonal incluso a concentraciones muy bajas, y diversos trastornos orgánicos (impotencia, cáncer de próstata, cáncer de mama). Sus efectos tóxicos se deben normalmente al consumo de alimentos que han sido contaminados por contacto con materiales que contienen esta sustancia, tales como envases de policarbonato; Sin embargo, al día de hoy, ya se puede ingerir directamente, por ejemplo comiendo pescado fresco (en un Kg. de mejillones hay hasta a o,5g de BPA!).
Por estas razones es preciso, según Andrés Abreu, concentrar los esfuerzos de la investigación hacia una química “verde”, capaz de realizar embalajes no contaminantes. Los recursos existen, el tema es forzar la mano a la industria para que los apliquen, ya sea por medio de normativas vinculantes o por concienciación de los consumidores. De todas formas, nuestro moderador se declara relativamente optimista, y aporta el ejemplo de la reaparición de 5 especies de tiburón que habían desaparecido del Mediterráneo en los años ’80 para argumentar su confianza en la capacidad de regeneración de los ecosistemas afectados.
Otra propuesta concreta de actuación es la limpieza del litoral por parte de “chatarreros” organizados para reciclar los residuos plásticos. En Tunicia, por ejemplo, donde no existe la recolección diferenciada de basura, la polución de las playas está amenazando el turismo, que es uno de los pocos recursos económicos de la región. El equipo de Tara entonces organizó una jornada de recogida de basuras: en 300m de playa, entre 250 personas, recolectaron una tonelada y media de plástico! Eso demostró que, en lugares donde hay mucho desempleo y el estado no puede invertir en infraestructuras de reciclaje, la gente se puede “autogestionar” la limpieza medioambiental garantizándose a la vez un ingreso mínimo. La propuesta es promocionar esta tipología de autoempleo ecológico, como hicieron los 450 “catadores” brasileños de la cooperativa Cata SAMPA, que desempeñan la tarea del reciclaje en manera más eficiente que muchas empresas públicas europeas.
De todas formas, por mucho que se limpien las playas y se desarrollen substitutos biodegradables del plástico, solo cambiando radicalmente nuestros hábitos de todos los días podemos salvar los Océanos (y como dice siempre Paul Watzon, IF THE OCEANS DIE, WE DIE). Entre las industrias más grandes del mundo, hay varias petroquímicas que producen derivados plásticos desde los años ´50: lobbies tan poderosas no van a dejar promulgar leyes que vayan en contra de sus intereses, aún que en California ya esté prohibida la venta de bolsas de plástico, mientras Francia adoptará la misma ley a partir del 2016, según directivas europeas. Lo único que puede dar paso a un cambio de rumbo es que la gente tome conciencia de la insostenibilidad de nuestro modus vivendi, y adopte costumbres más respetuosas hacia al planeta.
Por ejemplo, en Barcelona, cada vez que llueve (unos 80 días al año) la depuradora no puede procesar el flujo de aguas residuales, ya que, por como fue históricamente construido el sistema de alcantarillado, los desagües de las precipitaciones se juntan con las aguas negras, generando picos de caudal ingestionables. Por lo tanto, en estos casos, las aguas residuales son desviadas directamente al mar. O sea que todo lo que tires en tu lavabo, te lo encontrarás en la playa, sobretodo lo que no se decompone (colillas, condones, pañales). Lo mismo vale por todo lo que tiras al suelo: estés donde estés, todo lo que ves en el suelo, acabará en el mar.
Por eso, para que la gente tome conciencia de la importancia de preservar los oceanos, Surfrider Foundation Europe ha producido una serie de spots (adds) que se encuentran en youtube, y son muy buenos! Aquí podeis ver unos cuantos… Gracias por difundirlos en la red!
fuentes: Wikipedia, Expedition MED , the Vortex Project, TARA EXPEDITIONS
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y a bordo del Tara! – Blog of my Log
April 15, 2017 at 9:58 pm (UTC 0) Link to this comment
[…] Fue una jornada muy intensa y rica de contenidos interesantes, de los que hablaré en un post dedicado a eso una vez que tenga el tiempo de reorganizar todos mis apuntes. De momento quiero justo relatar la […]