Hasta a un vegetariano le da rabia ver un barco de pesca perfectamente funcionante destruido por una escavadora… sin embargo es algo que pasa muy a menudo: la comisión €uropea establece que se destruyan los barcos de pesca en sobre número y se indemnicen los armadores. Y sobretodo prohíbe que a estas embarcaciones se les ofrezca una segunda vida, reconvirtiéndolas, o enviándolas a países del tercer mundo donde podrían seguir siendo un instrumento de trabajo, y representarían una gran ayuda a la sobrevivencia.
Solidarité Pèche es una asociación bretona que desde 1999 lucha para que por lo menos unas unidades sean donadas por causas humanitarias, principalmente para destinarlas a Haití. Aún que de momento sus logros se cuenten en los dedos de una mano, hay que apreciar la paciencia de sus voluntarios, que por un lado tienen que estar presionando a los políticos de turno, y por el otro tienen que desempeñar la complicada tarea de preparar y equipar los pequeños pesqueros para que puedan enfrentar una travesía atlántica.
Nos enteramos de esta asociación porqué el Rêve de Mousse, el último barco “salvado” desde el desguace prematuro, además de llevar hasta a Haití un cargamento de medicinales, llevaba también a una tripulación muy original: les Marionetes Nòmades, una compañía catalana de titiriteros y productores audiovisuales envolucrada en proyectos de caracter social. Financiandose a través de campañas de crowdfunding, ya habían estado ofreciendo espectáculos en Burkina Faso en 2013, y ahora acaban de volver a Barcelona trás este improbable viaje de seis meses por Bretaña, Galicia, Canarias, Cabo Verde, Guadalupe, Haití, y República Dominicana. Naturalmente, su espectáculo “El Tesoro del Pirata”, adaptado al idioma y la cultura créole , ha tenido una acogida fenomenal en todas las escuelas, orfanatos, barrios, playas, patios y calles donde lo han representado…el Rêve de Mousse fondeado al lado del Val d’Orge, otro barco que llegó a Haití de manos de Solidarité Pêche